El último viernes de cada mes como todos los meses celebramos los cumpleaños. En Diciembre, por la Navidad decidieron adelantarlo y coincidió con mi despedida.
Toda la semana antes de mi marcha hubo mucho revuelo, las niñas se reunian a escondidas y me decian que no podía mirar lo que tramaban. Las más pequeñas fueron haciendome regalos y escribiendo cartas para mi.
Llegó la tarde de mi despedida y como en los cumpleaños había música, algo de beber y por supuesto muchas "canchitas".
Empezó el baile y como siempre estuve sacando a los niños a bailar.
Por fin pude sacar a bailar a mi querido Gerson, un completo caballero ahí donde los haya, romántico y un galán de primera.
Después de unos momentos de baile empezaron a desarrollarse los acontecimientos que jamás hubiese esperado, ni imaginado iban a ser así. Me sentaron en un sitio especial, en medio de todos los niños, para no perder detalle de todo lo que iba a ocurrir.
Con una presentadora de lujo que anunciaba todas las actuaciones, mi preciosa chinita Rocío.
Habían preparado dos coreografías, se peinaron y maquillaron para la ocasión fue realmente bonito.
Vanesa y Gerson recitaron unas poesías que ellos mismo hicieron y ahí empezaron las lágrimas.
Hicieron una tarjeta con una foto de todos los niños de uno de los paseos que hicimos y escribieron cada uno en una nube una frase de despedida para mi y me la entregaron.
La asociación Giordano Liva también envió unas palabras de agradecimiento que llegaron al alma,
Y después de esto llegó la despedida, los niños hicieron una cola para darme un abrazo de despedida y todos rompimos a llorar.
Con Melanita como yo la llamaba, la dulce y lista Melany
La pequeña Jimenita, siempre olvidadiza y a la que conseguí ganarme su confianza.
Mi pequeña Katy, como lloró y como nos hizo llorar a todos, no tenía consuelo, solo me decía, no te vayas profe y no entendía porque me iba.
Al final conseguimos calmarnos todos y convencerles de que aquello era una fiesta y teníamos que bailar, y disfrutar de nuestra última tarde juntos.
Ahora entenderéis porque me ha costado tanto escribir este artículo, verdad??
Estos niños me han enseñado muchas cosas y he aprendido también muchas cosas sobre la vida.
Cuando llegué la gente me decía que ahora valoraría más lo que tengo aquí y la verdad es que valoro mucho más todo lo que he vivido allí, dando gracias siempre de lo que tengo aquí.
Siento que esta experiencia ha sido muy buena para mí y a pesar de la tristeza que me produjo tener que despedirme de ellos y de echarles de menos, me gusta pensar que también yo les aporté algo bueno y ojalá sembrara una buena semilla.
Jolín Irene, yo también acabo de dejar caer un par de lágrimas. Qué emoción tan grande. Pobres niños, que se quedaron sin tu luz.
ResponderEliminarEstoy con Rafa, aquí estoy a moco tendido y la caja de klinex. La experiencia ha sido maravillosa, puesto que volviste cargada de una energía especial.
ResponderEliminarGracias por dejarme compartir tu maravillosa experiencia desde la distancia.
Hemos compartido muchas cosas a través de mail y skype, y he podido, a pesar de ser tu hermana, conocer una parte de ti que me ha enseñado mucho.
Gracias.
Te quiero mi hermana pequeña.