En Puno (Lago Titicaca) entierran a sus difuntos en sus casas para que cuiden la chacka y también les cuiden de los rateros.
Según ellos el alma de un muerto vuelve después de 8 días, luego al mes y por último al año de haber fallecido.
El día de todos los santos llevan este pan al cementerio, velan con un trapo negro que se pone en la tumba y ponen los panes, la comida y bebida preferida del difunto. Una vez está todo preparado esperan a que una mosca se pose en el pan, para ellos eso significa que ha llegado el alma del difunto y entonces puden empezar a comer. Para ellos el pan sirve para comunicarse con sus difuntos.
Estuvimos amasandola con todo el cariño y con todo el esfuerzo entre todos los niños, pero como en esta vida todo no es perfecto cuando ya empezaba a tomar forma nos dimos cuenta de que la harina estaba sucia. Queremos pensar que la persona que nos la vendió no se dió cuenta, pero el caso es que tuvimos que tirar toda la masa después de estar más de una hora amasando que hasta a mi se me hicieron morados en las muñecas de apoyarme.
No se si la desilusión fue más grande para los profesores que para los niños ya que todos estábamos muy ilusionados con hacer nuestro propio pan, el caso es que reclamamos el dinero a quien nos la vendió y ese día les pusimos la pelicula de Dumbo para olvidar el mal trago.
Cosas de la vida, por lo menos nos queda el bonito recuerdo de haber estado amasando con los niños.
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